Opinión | 2 de julio • Ramiro Chávez Anaya

Si bien no es para celebrar el 2 de julio, sí lo es para comentar.
Para el Presidente Fox, el 2 de julio, le gustó para celebrar su triunfo como Presidente de la República en el año 2000.
También le gustó para celebrar su matrimonio civil con la señora Martha Sahagún y desde luego también la fecha de su cumpleaños. Ahora a cinco años de ser Presidente de México, le entró la euforia y lanzó su convocatoria a celebrar en el monumento al Ángel de la Independencia el V aniversario de su triunfo. Claro que trata de maquillar su sentimiento partidista y nos invitó a celebrar el triunfo de la democracia.
La inconformidad de los partidos opuestos al PAN, la manifestaron de diversas maneras: unos le dijeron que por prudencia se abstuvieran las manifestaciones en virtud de tener 2 procesos electorales en el Edo. De México, tan cercano al DF y el del Estado de Nayarit. Otros le criticaron a Fox esa actitud partidista del Presidente y le dijeron que no había nada qué celebrar, más bien el 2 de julio 2005, debería utilizarlo para reflexionar y hacer una confesión y penitencia ante el racimo de promesas de campaña incumplidas, como la parálisis económica; jamás alcanzará este “gobierno del cambio” el 7 por ciento de crecimiento económico, mucho menos se ha cumplido con el famoso millón y medio de empleos que se comprometió a generar. Y qué decir de los 15 minutos que pedía para resolver el conflicto de Chiapas ante el Ejército Zapatista.
Pero Fox, sigue padeciendo la enfermedad de la Terquedad, aquella que lo hizo famoso con el ¡hoy, hoy, hoy¡ de tal manera que el evento de la celebración del 2 de julio, siguió adelante. Pero cosa curiosa, la respuesta de la ciudadanía fue escasa y lo más curioso es que los candidatos a Gobernador por el PAN en el Estado de México y Nayarit, esperaron un honroso tercer lugar, en una competencia de tres partidos o coaliciones, es decir obtendrán sendos candidatos el último lugar en las preferencias electorales, según los datos preliminares.
Pero pasando a otro tema importante del 2 de julio, pasemos a analizar la fecha en torno a la visita programada de la Lic. Amalia García, Gobernadora por Zacatecas a los municipios de Tabasco y Jalpa. Inicialmente se había programado para el 3 de julio y seguramente por razones de trabajo de la Gobernadora, se adelantó y quedó para el famoso 2 de julio. Desafortunadamente para Jalpa, la visita de la Gobernadora tuvo que cancelarse, en virtud de compromisos previos que tenía programados el Presidente Municipal Ing. Francisco Javier Figueroa en la ciudad de Los Ángeles, Calif.
A lo que se había comentado de los actos relevantes de la gira de la Gobernadora, destacaban la puesta en operación del Hospital Comunitario de Jalpa, a un año de su construcción y la ampliación del Hospital de Tabasco, así como la entrega de recursos a los productores agropecuarios, principalmente al sector guayabero. De alguna manera dichos compromisos se cumplieron, pues según nos informan, el Hospital Comunitario de Jalpa, ya entró en operación y los apoyos a los productores fueron entregados en el Municipio de Tabasco, diez millones de pesos para la industrialización, según nos comenta el Ing. Ernesto Tiscareño.
Así pues haciendo referencia al comentario de la Tijera del periódico Siglo 21, Edición 161, que dice: “la visita de la Gobernadora no debiera ser asunto tan prioritario en la agenda mental de algunos, la presencia de los mandatarios –Gobernadora- no es la que hace las cosas, sino su capacidad para decidir y ordenar que se hagan. Las visitas, las giras y las inauguraciones sólo sirven para la foto”. Así pues “La Tijera” profetizó como si presintiera lo que iba a suceder y la Gobernadora, aunque no haya leído la Edición 161, parece que actuó en consecuencia, pues tuvo la capacidad de decidir y ordenar que los Hospitales iniciaran operaciones.
Además las fotos que aparecen en Imagen y El Sol De Zacatecas, son tan austeras como el comunicado de prensa. Bueno por ella, que no es tan afecta al protagonismo y a los reflectores. Quizás habrá quien la critique o esté inconforme, sobre todo los de su partido, pero esto es una forma diferente de gobernar.
Lo que importa es que a la población le lleguen los recursos públicos, lo importante es que nos haga reflexionar que no están los tiempos para crear ídolos o caudillos, sencillamente los gobernantes son tan solo administradores de los recursos que el mismo pueblo aporta. Lo mismo en el nivel federal, estatal y municipal, lo que si los debe distinguir es su capacidad para decidir y ésta puede ser buena si lo hace pensando en una distribución justa y equitativa o puede ser mala, si la distribución de los recursos privilegia a los que no los necesitan.

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