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julio 31, 2005

Opinión | Percepciones en fútbol y en política • Mario Contreras Acevedo

Durante décadas los aficionados a los equipos de fútbol de primera división se dividieron en dos grandes grupos:
Primero, el de todos aquellos que apoyaban a equipos cuyos jugadores eran exclusivamente mexicanos y ese era su principal timbre de orgullo y nacionalismo. Segundo: el de los aficionados a aquellos equipos que haciendo gala de suficiencia económica contrataban jugadores profesionales de otros países, principalmente sudamericanos.
Con el paso del tiempo se fue extendiendo entre los directivos la costumbre de incluir en cada equipo de cualquier parte del mundo a jugadores extranjeros y así en nuestro país los equipos integrados exclusivamente por mexicanos se fueron quedando atrás y durante años y años no lograban entrar a la liguilla y mucho menos ganar el campeonato hasta que cansados tuvieron que reconocer que era necesario aceptar en sus filas a jugadores extranjeros si querían seguir siendo competitivos.
Lo anterior tiene relación con una modesta y pequeña encuesta verbal que se hizo a los miembros activos del PAN de varios municipios zacatecanos poco tiempo antes de que se inaugurara en Jalpa la casa de campaña en el estado de Zacatecas a favor de la precandidatura de Alberto Cárdenas Jiménez.
Los resultados de las encuestas son muy preocupantes por que nos demostraron dos percepciones similares a la que existía en el fútbol pero sus efectos seguramente serán más determinantes para la vida interna del PAN y de su posición en las elecciones presidenciales del 2006.
La primera percepción es la de que una mayoría de los miembros activos del PAN siente una gran desilusión porque cuando llegó Vicente Fox a la Presidencia de la República permitió y continuó permitiendo que colaboraran en su gobierno personajes de otros partidos políticos, e incluso sin partido y los panistas consideran que Fox debió haber cambiado a los mandos medios y superiores del anterior régimen substituyéndolos a todos por panistas.
La segunda: Entre los militantes se percibe una gran simpatía por las propuestas de Felipe Calderón que ofrece que “ahora sí” en el próximo sexenio el gobierno federal se integrará exclusivamente por miembros activos del PAN Lo anterior se reduce a la frase siguiente “Con Fox el PRI salió de los Pinos y con nuestro candidato Felipe Calderón el PAN entrará a Los Pinos”.
Aseveraciones como las anteriores son realmente muy preocupantes y ponen en evidencia varias cuestiones.
Primera: Solo puede afirmar lo anterior quien no haya ocupado un cargo en el poder Ejecutivo; solo quien no haya sido presidente municipal o gobernador puede afirmarlo, ya que por el contrario quien haya ocupado esos cargos se habrá dado cuenta de la imposibilidad de integrar un equipo de trabajo exclusivamente con militantes de un partido que por primera vez llega al poder, y todavía más si se considera que un presidente municipal o un gobernador o un presidente de la republica tienen la responsabilidad de gobernar para todos y no nada más para los de un partido.
Segundo: Es preocupante no comprender que el ejercicio de la política es más trascendente que el del fútbol, ya que si bien es cierto que en el deporte lo más importante es competir y ganar, en el caso de los partidos políticos tan importante es alcanzar el poder como conservarlo y para lograr esta conservación se requiere de la aceptación de los militantes del partido que llega al poder, pero además es indispensable que no haya rechazo fuerte de los otros militantes de partidos ni tampoco de la mayoría que no está afiliada a ningún partido, ya que estos últimos de alguna manera desean verse representados en el gobierno.
Pretender que se gobierne exclusivamente con los militantes de un partido significa enviar dos mensajes sumamente inconvenientes. Por un lado, significa que hay miles, decenas de miles, centenas de miles de servidores públicos que dependen de mandos medios y superiores que pueden incluir a personas capaces y eficientes. Por supuesto que la lucha política y el fin último de los partidos como ya se mencionó es alcanzar el poder y mantenerlo, pero el ejercicio del poder no se aprende con una varita mágica, ni de la noche a la mañana, por eso es indispensable en un principio aprovechar el conocimiento y la experiencia de los que saben y en cuanto vayan aprendiendo los nuevos ir sustituyendo a los anteriores.
Por otra parte lo más riesgoso de esa percepción es la de que se manda un mensaje sumamente preocupante a la ciudadanía, ya que si un partido llega al poder y pretende ejercerlo exclusivamente con una élite de sus militantes se distinguiría muy poco de una dictadura en donde un partido se autonombra como el único facultado para ejercer la totalidad del poder y ya vivimos 70 años en esa situación como para pensar en repetirla.
Por lo demás no se debe olvidar que más miembros simpatizantes y adherentes de los que pudiéramos imaginarnos han solicitado su incorporación como simpatizantes y adherentes precisamente porque aquellos panistas que efectivamente han cumplido cabalmente con su misión de presidentes municipales y gobernadores y con su buen desempeño y ejemplo los han motivado a adherirse al partido, ya que si desde el principio los hubieran excluido no se contaría con ellos como simpatizantes y adherentes.

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